La navidad ha pasado, atrás han quedado
los regalos y caramelos, y nos encontramos a días de decir adiós al 2015 y dar
la bienvenida al 2016, cuan rápido ha pasado este año.
El fin del año siempre trae consigo
reflexión; consciente o inconscientemente realizamos un auto-examen a nuestra
vida a lo largo de estos últimos 12
meses, ¿Cuántas de nuestras promesas las cumplimos?, ¿Cuántas de ellas quedaron
en el olvido?, lo más seguro es que nuestro saldo se encuentra en números
rojos.
Por esa razón se anhela terminar el año
“pateando” y “golpeando” al monigote antes de ser quemado, el pobre muñeco
recibe una golpiza escalofriante con la intención de que se lleve consigo todo
lo malo que trajo año; también se suele incorporar en su interior
camaretas, tumba puertas, buscapiés y
voladores para que explote en mil pedazos.
Faltando cuatro días para finalizar
este 2015 podemos hacer un examen y llegar a la conclusión de que “DIOS HA SIDO
FIEL”, nuestro buen Padre ha permanecido fiel a sus promesas, ha continuado
realizando su obra en nuestras vidas, no nos ha desamparado ni abandonado, ha
intercedido por nosotros día y noche y nos ha provisto de todo por su gracia,
misericordia y amor.
“Alabad
a Jehová, naciones todas, pueblos todos, alabadle. Porque ha engrandecido sobre
nosotros su misericordia, y la fidelidad de Jehová es para siempre. Aleluya”
(Salmo 117:1-2). Al final de este 2015
podemos decir junto al profeta: “Hasta
aquí nos ayudo Jehová” (1 Samuel 7:12), sea su nombre exaltado para siempre. D.J.M.M
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